Este accidente podía haberse evitado, ya que estos militares subieron obligados a un avión que estaba en muy malas condiciones. Además de esto, no se llegaron a identificar muchos de los cuerpos de los militares, ya que querían enterrarlos rápidamente y así olvidar todo lo ocurrido porque total, sólo hablaban de la muerte de 62 personas, de 62 militares que intentaban hacer el bien, de 62 familias dolidas por la pérdida de seres queridos, de 62 vidas que acabaron por culpa de subcontratas fantasmas, de piratas aéreos, de gente sin corazón que quiere dinero y más dinero.
Esto es realmente triste, tanto que debe ser denunciado y rechazado por los siglos de los siglos. Por eso, una pareja de valientes actores interpretan una obra que gira en torno a este accidente.
Sinceramente, ha sido uno de los mejores teatros que he visto en mi vida, por no decir el mejor, ya que he podido reír, llorar, sufrir... Los actores muestran los sentimientos de los familiares, el injusto accidente y el conflicto político-social que todo esto provoca, pero siempre intercalan alguna parte cómica que hacen la obra mucho más amena.
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